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Pablo Ten

EL MANANTIAL DEL BIEN

Actualizado: 7 mar 2022



Maestro Beinsa Douno


El Maestro dijo:


Cuando el agua hierve se lleva a cabo un proceso de expansión. Esto resulta en la liberación de prana electromagnetismo lo que hace que el agua sea asimilada más fácilmente por los seres humanos.

Es muy interesante observar como la Inteligencia Natural purifica el agua. Cuando se evapora y sube a los niveles más altos de la atmosfera, el agua se descompone creando hidrógeno y oxígeno. De este modo se revitaliza completamente. Después de esto, el hidrógeno y el oxígeno se recombinan a través de la electricidad. El agua muere y renace (tal como lo hacen los seres humanos) a fin de ser renovada.

Cuando sostenemos un pedazo de pan en nuestras manos, debemos llenarnos de gratitud por el sacrificio que él ha hecho. Contemplando a través de la introspección se debe decir "Yo deseo sacrificarme tal como lo hace el pan".

Cuando comes una manzana, llénala de amor, siente empatía por el árbol donde creció, y tu alma entrara en contacto con los Seres Avanzados que trabajaron en su desarrollo. Si tú amas la manzana y la recibes dentro de tí, mejoraras tu energía más que si hubieras trabajado en ti mismo por un año.


En otra ocasión dijo:


Las bendiciones de Dios permean a todos los seres. Los seres inferiores no pueden contenerlas, ya que ellas rebasarían su capacidad. Nosotros debemos estar aquietados como la superficie calma del agua, a fin de que la imagen de Dios se refleje en nosotros. Si Él se refleja en nosotros, conseguiremos progresar. Si la imagen de Dios no se refleja dentro de nosotros permaneceremos tal como somos. Nosotros necesitamos ser puros para que la imagen de Dios se refleje en nosotros. Paz y pureza son las dos condiciones necesarias para que la imagen de Dios se refleje en nosotros. Mientras no creamos en Dios, no seremos capaces de recibir Su Amor.


Alguien le preguntó al Maestro, "¿Cuál es la nueva manera de llevar a cabo el Trabajo de Dios?"


El Maestro explicó:


Nosotros necesitamos participar en el Trabajo de Dios; en otras palabras, nosotros debemos pensar, sentir y actuar tal como Dios lo hace. Necesitamos trabajar con la Naturaleza de un modo nuevo, cal como Dios trabaja. Él trabaja en un modo completamente perfecto.

Dios se toma su tiempo; nosotros debemos ser pacientes. Dios todo lo sabe; nosotros debemos ser sabios. Dios es todo amor; nosotros debemos amar. Dios es todo poderoso; nosotros debemos ser fuertes.

Dios es quien nos da el impulso para pensar y trabajar. Si te sientes bajo de ánimo, Dios te levanta. Estás desesperado y quieres morir; Dios te da el impulso para vivir. No quieres trabajar; desde adentro tuyo Dios dice: "Levántate y trabaja".

Yo aspiro a que mis pensamientos e intenciones estén de acuerdo con las intenciones de Dios. Yo no deseo que el clima cambie debido a mí, sino que acepto el clima que la Gran Causa Omnisciente ha ordenado.

¿Cuál es tu tarea? Desarrollarte y perfeccionarte continuamente. Dios es la manifestación continua de la Perfección, y los seres humanos son el continuo perfeccionamiento en camino a la Perfección. Este es el significado de las Escrituras, "Por lo tanto, ustedes deben ser perfectos como su Padre en el Cielo es perfecto" (Mateo 5:48). Los seres humanos necesitan corregir continuamente sus imperfecciones en el camino hacia la Perfección.


En otra ocasión dijo:


Cristo dijo: "No vine al mundo a hacer mi voluntad, sino la voluntad de quien me envió".

Todo verdadero Maestro, todo el Ungido del Señor es enviado a la tierra con una misión especial. Las leyes humanas, que son, de hecho, sólo reflejos de las leyes del mundo espiritual, requieren una cierta preparación de los maestros ordinarios que quieren asumir el cargo. Lo mismo ocurre en el mundo espiritual. Sólo el Ungido del Espíritu de Dios puede ser Maestro. Aquel a quien el Espíritu de Dios no se ha revelado no tiene derecho a enseñar, porque transgredería la ley divina.

No creas que los maestros no han aprendido. Tuvieron que pasar por las escuelas de los tres mundos: físico, espiritual y divino; y tuvieron la revelación de todo el cosmos. Conocen las leyes secretas de la naturaleza. Conocen la estructura del mundo, conocen la estructura del hombre, el camino de su desarrollo y su sublime predestinación. Conocen estas relaciones estrictamente determinadas entre su mente y su alma, entre su intelecto y su corazón. Así que son los únicos que realmente pueden guiarlo en el camino de su desarrollo.



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